De Liliana García Sosa
Y te fuiste entrañable Anita.
Te llevaste tu sonrisa y tus uñas de carmín, las mismas con las que arañaste la vida buscándolos hasta el último suspiro. Un honor haberte conocido, un honor compartir momentos de risas y penas contigo.
Luchadora incansable, madre de todos los huérfanos de justicia. Abuela de todos los niños que aún nos esconden…Se me antoja soñarte en un abrazo profundo, esperado, con tu amado esposo Manuel, las caricias y los mimos con tus hijos Luis Emilio y Manuel Guillermo con tu nuera Nalvia y tu nieto en su vientre…
Se me antoja soñarte sonriendo, amando en el éter, dónde las almas buenas permanecen y no se desvanecen.
Gracias por tu lucha, consecuencia, dignidad, solidaridad, entrega, coraje, gracias, gracias, gracias.
Querida Ana González de Recabarren, hasta encontrarlos, hasta siempre!!!
Che la terra ti sia lieve!!!