Chile: la Moneda sin inquilino

de Marco Consolo

 

 

En Chile ha quedado abierto el desafío para el próximo inquilino del Palacio de “La Moneda”.

Como estaba previsto, el vencedor de las elecciones presidenciales se definirá con el ballottage del próximo 17 de Diciembre. En las elecciones del domingo pasado prevaleció la derecha del magnate Sebastián Piñera (Chile Vamos con el 36,6%) sobre el candidato de centro izquierda Alejandro Guillier (Fuerza de la Mayoría 22,7%), coalición que está actualmente en el gobierno del cual participa el Partido Comunista. Ambos candidatos, por tanto, están lejos de alcanzar el 50%+1 necesario para vencer en primera vuelta.

Es de subrayar la fuerte abstención de màs del 50 % del electorado  (53 %), también debida al hecho que desde hace algunos años el voto ya no es obligatorio.

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Foto: Sean Gallup – Getty Immages

La coalición de centro-izquierda en el gobierno (Nueva Mayoría) contiene el derrumbe, aunque pierde votos hacia  la izquierda. No han sido suficientes para vencer los tímidos pasos hechos a nivel de educación con la ampliación de la franja de parcial gratuidad, ni en el sector salud con la construcción de algunos hospitales, ni lo hecho sobre derechos civiles, como el aborto y el matrimonio igualitario. Tampoco ha sido suficiente la promesa de continuidad, y de hacer más y mejor.

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Mientras escribimos, en la centroizquierda el Partido Socialista se afirma como primer partido con 7 senadores y 18 diputados, lo sigue el Partido por la Democracia con 7 senadores y 9 diputados, el Partido Radical (formación histórica chilena) con un senador y 8 diputados. Mientras en el ala izquierda de la coalición de gobierno, el Partido Comunista aumenta un poco pasando a 8 diputados, pero no alcanza a elegir ni un senador.

Caras nuevas en el parlamento

Apenas entrada en vigencia, la nueva ley electoral ha marcado la diferencia, ya que aumenta la base proporcional del anterior crudo binominal e incrementa el número de los parlamentarios. Eso ha permitido la presencia de nuevas fuerzas políticas en el parlamento, fuerzas que hasta hoy se habían visto obligadas a aliarse con uno de los dos polos o que sencillamente no se presentaban. La nueva ley ha facilitado la presencia de un consistente tercer polo alternativo, frente al bipolarismo que ha caracterizado la política chilena desde el fin de la dictadura cívico-militar.

En este cuadro, a la izquierda la verdadera sorpresa es el buen resultado de una nueva coalición, el Frente Amplio (el mismo nombre que el histórico y gobernante partido uruguayo), cuya candidata Beatriz Sánchez consigue un 20,3 %, rozando la segunda vuelta. La periodista, sobre la base de “primarias” internas, quedó a la cabeza de una coalición muy amplia y heterogénea. Nacida hace menos de dos años, la integran 15 organizaciones, las que van desde movimientos sociales a sectores liberales (no neo-liberales), pequeñas formaciones de izquierda, una parte del movimiento estudiantil y organizaciones sociales entre otras. En su programa (346 páginas) prevé entre otras cosas, la redistribución de la riqueza, la abolición del sistema privado de pensión (AFP), el freno a las empresas privadas de salud, la educación gratuita, la convocatoria a una Asamblea Constituyente. Todos temas que han sido el centro de las movilizaciones sociales de estos últimos años.

Pero si en política interna hay cierta claridad y sintonia con algunas de las almas de las variadas y contradictorias izquierdas chilenas, sobre la política exterior reina una soberana confusión y las diferencias son evidentes. Es asì que, en cuanto a Cuba concierne, la candidata Sánchez ha repetido que “Fidel Castro fue un dictador”, y sobre Venezuela ha afirmado que “se estaban “violando los derechos humanos”, (dando por entendido que esto era por parte del gobierno, sin mencionar la oposición).

Posiciones que han provocado fuertes críticas de la izquierda tanto dentro como fuera del país.

Como si abjurar fuera una condición imprescindible para tener consenso, en particular en Chile (pero no solo en este país), país en el que la histeria anti-bolivariana es particularmente marcada.

Respecto a Bolivia, tema particularmente espinoso, en un país en el que el nacionalismo exacerbado juega también como válvula de escape de los problemas internos, Sánchez ha expresado tímidamente la necesidad de lograr un diálogo tri-nacional, involucrando también a Perú. Contradicciones abiertas, evidentes, por el momento dejadas de lado, pero que si no se resuelven podrían complicar no poco el cuadro futuro de la agrupación.

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El logo del Frente Amplio

Evitando profundizar sobre la política exterior, el Frente Amplio ha sabido en todo caso, movilizar a los jóvenes (18-35 años) y manda al parlamento un grupo heterogéneo, pero consistente (1 senador y 20 diputados), entre los cuales dos ex -dirigentes estudiantiles, Gabriel Boric y Giorgio Jackson. Hay que recordar que hace menos de un año, una de sus vertientes conquistó la ciudad portuaria de Valparaíso, eligiendo como Alcalde Jorge Sharp, quién se presentó como independiente.

Duramente derrotada resulta la Democracia Cristiana, que al no tener reconocido su candidato a la cabeza de la entera coalición de centro-izquierda (la DC está en el gobierno) y a la búsqueda de una identidad perdida, ha decidido correr con una candidata autónoma, Carolina Goic.

La DC no llega a un 6% y pierde muchos de sus parlamentarios, entre los cuales dirigentes de peso como Zaldívar y Walker.

Es una derrota histórica, que quita mucho peso a un partido que ha sido por decenios el verdadero “fiel de la balanza” de la política chilena. La DC ha querido reivindicar un rol autónomo del gobierno de la Nueva Mayoría, demasiado “inclinada” a mano izquierda, en particular por la presencia de los comunistas. Una estrategia impuesta por su “ala derecha” más reaccionaria, que definitivamente no funcionó.

Por lo que concierne el así llamado “progresismo” , no consigue buenos resultados tampoco Marco Enríquez Ominani (5.7%) obteniendo una sola diputada. Unos años atrás, su candidatura presidencial alcanzó el 20% del electorado. Pero a causa de la vieja ley electoral no pudo obtener ni un solo escaño en el parlamento.

 

Los huérfanos de Pinochet

También sobre la ladera opuesta, la nueva ley electoral ha permitido una discreta presencia de la derecha dura pinochetista, que obtuvo el 7,9% con su candidato José Antonio Kast. Sobre la ola del “fenómeno

Trump” , la “familia militar” y el extremismo conservador católico han tenido la oportunidad de contarse y de contar con un grupo de parlamentarios abiertamente partidarios del “gobierno militar” de “mi general Pinochet”.

Exponente de la “Unión Demócrata Independiente” (creada por el mismo Pinochet y hasta hoy el partido más fuerte del país), Kast se ha alejado de la UDI, de la derecha “moderna” encarnada por Renovación Nacional, y de aquella del neo-liberalismo laico y liberal de Evopoli. En su programa plantea el estado de sitio en la región de la Araucanía con mayor represión al pueblo Mapuche, la guerra abierta a la tímida ley sobre el aborto votada bajo el gobierno de Bachelet, la ruptura diplomática con los países bolivarianos.

 

Piñera favorito, pero…

Para la segunda vuelta Piñera figura como el favorito, pero el camino está empedrado y no se excluyen sorpresas. Está demás decir que el ex –Presidente Piñera tuvo (y tendrá) de su parte a todo el oligopolio mediático (partiendo por el golpista El Mercurio), y todos las encuestas que lo daban como seguro vencedor. El “Berlusconi chileno”, con su sonrisa enyesada, representa fielmente el capitalismo trans/nacional en manos de pocas familias enriquecidas con la dictadura, que han profundizado la desigualdad social y que han convertido a Chile en uno de los países con mayor concentración de riqueza.

 

Todo depende de cómo se alinearán los sectores excluidos de la segunda vuelta, en una competencia electoral marcada por una fuerte fragmentación sobre todo de la izquierda. En política (como en aritmética) no se pueden sumar peras con manzanas y no está dicho que el electorado del Frente Amplio, de los Progresistas y de la misma DC converjan automáticamente sobre el candidato de la centro-izquierda. Viceversa, a la derecha el pinochetista Kast ya ha anunciado que apoyará a Piñera, pero sus votos podrían no ser suficientes.

En cuánto concierne al “centro-izquierdista” Alejandro Guiller, periodista y actualmente senador, no le será suficiente el anti-Piñerismo para vencer y convencer.

Apelar al “voto útil”, no necesariamente puede atraer un electorado desencantado de las políticas neo-liberales (de centro-derecha y de centro-izquierda) y la otra mitad del país que se quedó en casa el pasado 19 de Noviembre.

Bajos salarios, endeudamiento masivo de las familias, baja sindicalización de los trabajadores, junto a un sistema de pensiones fuertemente privatizado (con pensiones de hambre) y al poder casi ilimitado del sistema bancario, son los ingredientes del alabado “milagro chileno”. En temas de salud y educación la música no es diferente.

Si los “Chicago Boys” de Milton Friedman hicieron de Chile el primer laboratorio neo-liberal a escala mundial, también entre los gobiernos de la centro-izquierda post dictadura no han faltado sus fieles, siempre en versión light. Por lo que se refiere a los recursos hídricos, gracias a la Constitución de Pinochet, (sustancialmente intocada) el “Estado es un complemento de los privados” y no al revés

Poco atractiva resulta también la política exterior del actual gobierno de Michelle Bachelet,  que se ha caracterizado por el ataque virulento a la Venezuela Bolivariana, por el contencioso por el acceso al mar con la Bolivia de Evo Morales, por la lejanía de la integración regional latinoamericana, por la firma de tratados de libre comercio (entre los cuales el acuerdo de asociación con la Unión Europea) y por la subordinación a los dictámenes de Washington.

En una América Latina marcada por la contraofensiva estadounidense “en su patio trasero” (Venezuela, Bolivia y Ecuador en primera fila) y que muestra un fuerte desplazamiento hacia la derecha de países importantes como Brasil y Argentina, (sin hablar de Colombia y Perú), el resultado electoral chileno no es indiferente.

Pero para el segundo escrutinio del 17 de Diciembre, la única cosa cierta es el incierto resultado de un estrecho cabeza a cabeza.

Y esta semana ENEL, la multinacional italiana, ha anunciado para el período 2018-2020 la reducción del 26% de sus inversiones en América Latina, de las cuales Chile representa una parte consistente. Como reivindica su Gerente Fulvio Conti la adquisición de la española Endesa ha llevado al nacimiento de una empresa multinacional “con una presencia que abarca desde Europa del Este hasta Sudamérica”.